Peter y Zainab se levantaron lentamente, tratando desesperadamente de recuperar el aliento. Sacó la pequeña linterna que había enganchado a su cinturón de herramientas y la iluminó donde vio antorchas en la pared por todas partes. Peter sacó su encendedor, cogió una antorcha y trató de encenderla. Después de algunos intentos, la antorcha se encendió y formó una gran llama. Toda la habitación se iluminó. Zainab se apresuró a buscar una antorcha mientras Peter se acercaba a la pared. Estaba cubierto de jeroglíficos.
La inmensidad de la caverna y el misterio que encierra los fascinaron, encendiendo su curiosidad por descubrir más.
"No podemos olvidar por qué estamos aquí. Debemos encontrar a ese bastardo y matarlo a él y a todos los que están con él".
Zainab asintió con la cabeza.