Segundo capítulo de la colección de novelas de suspenso de acción y aventuras que tienen como centro la figura irreverente y decidida del investigador privado de Hollywood Adrian Calton. Una serie de dos novelas policíacas que no te puedes perder. Trama convincente, diálogo atractivo y una mezcla de suspenso, cine negro y suspenso romántico.
Libro 1
El sol brilla en el cielo azul cerámico y el viento hace agradable la mañana en Los Ángeles. Para Karen, es la oportunidad perfecta para salir a correr. Karen nunca volverá a casa. Su cuerpo fue encontrado al día siguiente al pie de un acantilado. Pero la causa de la muerte no fue una caída accidental. De las primeras conclusiones de la policía se desprende claramente que la mujer fue asesinada de un disparo en la cabeza. Los investigadores no saben a quién acudir. Ahora el crimen en la ciudad está fuera de control, las muertes por disparos son rutinarias. El padre de la víctima, un poderoso empresario de la ciudad, no puede descansar y quiere que el asesino de su hija comparezca ante la justicia a toda costa. El único hombre que puede ayudarle en este asunto es James Pickwick, ex detective de policía. Pickwick había estado vinculado a la víctima en el pasado y la investigación de su asesinato sólo saca a la superficie viejas heridas que nunca han sanado por completo. Pickwick, un hombre enigmático de pocas palabras, sabe que no puede prescindir de la ayuda de su amigo, el investigador privado de Hollywood, Adrian Calton. El clima en el que comienzan las investigaciones de los dos investigadores no es el mejor. La policía es abiertamente hostil. Además, una serie de pistas engañosas, callejones sin salida y engaños inimaginables corren el riesgo de hacer tambalear la firme amistad entre los dos, arrastrándolos a un vórtice de locura y horror del que será difícil salir como antes.
Libro 2
El famoso detective de Hollywood, Adrian Calton, está en su oficina jugueteando con los pulgares cuando recibe una llamada telefónica. Adrian había estado esperando esa llamada toda su vida. La policía le informa que encontraron a un hombre herido, moribundo y completamente tatuado. Sus últimas palabras antes de morir fueron "Adrian Calton, estoy buscando a mi hijo, Adrian Calton". El investigador no sabe nada de su padre pero en su inconsciente siempre ha estado obsesionado con su figura. Adrian necesita ayuda para llegar a la verdad, aunque sea una verdad amarga, para poner fin a algunos asuntos no resueltos en su vida. Recurre a su amigo y ex detective de LAPD, Pickwick, y a la astuta detective a cargo Carol Starkey. Los tres se sumergen en una intrincada investigación para intentar arrojar luz sobre la identidad de la víctima y su terrible secreto. Pero lo que no saben es que acaban de despertar a un monstruo dormido, un despiadado asesino en serie convencido de que Adrian lo está persiguiendo.