La verdadera felicidad es cuando uno está completamente en paz mental y físicamente en el yo espiritualmente realizado. Ser capaz de encontrar satisfacción en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier cosa es verdadera felicidad y plenitud espiritual.
Para vivir espiritualmente realizado hay ciertas pautas o recomendaciones que se pueden seguir. Éstos son algunos de ellos:
Esto nos lleva a comprender que cada individuo tiene una razón y un propósito para estar en esta tierra y encontrar ese propósito debe ser el punto focal de la vida.